¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
El aprendizaje: la necesidad obliga a desarrollar competencias.
Respecto a los contenidos, se aprende cuando sirven para resolver situaciones cotidianas planteadas, cuando el alumno es capaz de hacer frente a situaciones en que será necesario rescatar un conocimiento y aplicarlo en un acto que requiere de tomar una decisión. Al aprender se tiene la posibilidad de comprensión del mundo que le rodea, se lee la realidad para que cada uno tome o no la decisión de influir en su entorno y mejorar su interacción con el mismo.
Considero que para un aprendizaje significativo por parte del alumno este debe experimentar la necesidad de asimilarlo.
Dentro del aprendizaje situado realizamos aproximaciones de lo que pensamos permitirá al alumno aprender por un escenario planteado, se requiere de trabajo colaborativo para tener un punto común de inicio y una competencia a lograr. Ausubel le otorga al aprendizaje un continuo que va de un equilibrio a un desequilibrio, en este tránsito se afianzan conceptos, procedimientos, habilidades, actitudes y valores. Todo aprendizaje se capta por el cerebro en función de las emociones e incluso los sentimientos, lo cual refleja en lo cognitivo un aprendizaje mutado o parcializado de la realidad.
Los actores educativos no solo se presentan en el aula en su aspecto cognitivo, si no la personalidad en su totalidad con todas sus aristas peculiares.
La función del docente es servir a los ciudadanos del futuro procurando que ellos se comprometan con la sociedad a que pertenecen, colaborando para facilitar la convivencia y el respeto a la ecología y a la diversidad de opiniones y formas de actuar, sentir y trascender. La mentalidad que se pretende es la de ganar – ganar, el trabajo colaborativo para aprender de manera compartida y no la de ganar – perder donde se compite para estar encima del otro.
En el mundo educativo simulamos lo que creemos se exige en el mundo laboral, así aplicamos en el aula situaciones de aprendizaje que son una aproximación de lo laboral. De la realidad se desprende un planteamiento en forma de escenario, el cual mediante una situación de aprendizaje se logra una competencia. Cabría preguntarse si la realidad se refleja de manera exacta en nuestra mente, no será que cada uno percibe lo que le agrada, buscando un acomodo y una visión muy particular. De acuerdo a esto la comprensión de la realidad se refiere a los filtros que cada ser humano lleva a cabo para tener una visión propia de lo que vive, cuando cada uno aplica la meta cognición se puede hablar de la posibilidad de tener una explicación de lo que siente, presencia y vive.
Hablar de competencias obliga a plantear situaciones de aprendizaje para el logro del aprendizaje significativo. Incluyendo en la competencia los aspectos afectivos, cognitivos y conductuales que se esperan del alumno, precisarlos es justo y conveniente, sin sorpresas ni desviaciones en la intencionalidad. El desarrollo de una competencia lleva encadenado el desarrollo de otras más con un efecto Pigmalión. El aprendiz a la vez que construye, se auto construye. Se apropia del conocimiento, lo aprehende. Delors afirma que aún y con un cúmulo de saberes el estudiante debe ser humilde ante el colectivo y buscar su beneficio por encima de lo individual, lo cual no es frecuente de pensar y actuar. Por ende, si un aspecto de la persona se modifica o acomoda, mejora la personalidad del alumno en general, esa es la bendición de la educación y la grandeza del ser humano. Cada ser humano tiene esa libertad de asumir posturas acerca del libre albedrío y la justa razón, cada uno podemos discriminar en la medida de sus posibilidades y en ocasiones lo que parece imposible es lo más cercano a la realidad.
miércoles, 2 de junio de 2010
Aprender a aprehender
¿Uno, dos, tres, cuatro cerebros?
Con la perspectiva conductista el ser humano aprende de manera mecanizada, repetitiva y bajo un condicionamiento pasivo y obediente.
Con el procesamiento de la información, pensamos que el cerebro de los alumnos y en general los aprendices funcionamos como el CPU de una computadora, captamos la información que nos interesa, tenemos memoria a corto plazo y a largo plazo. ¿El cerebro será así de sencillo?
En el aprendizaje por descubrimiento , el alumno aprende porque está en contacto con el hecho o fenómeno del cual aprender. El alumno puede ampliar sus conocimientos, puede trasladar su aprendizaje a situaciones concretas, incluso abstractas
En el aprendizaje significativo, los aprendices tenemos un “yo” niño el cual siempre pregunta el porqué de las cosas, aprende lo que le atrae y puede elegir dedicarse a una actividad porque le gusta, ahora el trabajo es una actividad lúdica.
En la psicología cognitiva, al ser humano se le hace actuar como a un animalito de circo con el estímulo o recompensa, porque llevó una ejecución como es conveniente para su aprendizaje.
Dentro del constructivismo se toma en cuenta el entorno y se percibe que se puede aprender si existen las condiciones para ello, se requieren de herramientas de andamiaje y un proceso de acomodo desacomodo y nuevo reacomodo de las estructuras cognitivas, algo así como el conflicto es necesario en la mente para poder adquirir nuevas estructuras mentales
Con el social – constructivismo se aprende de los otros, con los otros y a pesar de los otros, se pretende que el alumno logre una maduración, una cierta integración en el grupo y que pueda acceder a nuevos paradigmas gracias a esta interacción social. Cada uno es responsable de lo que aprende, de lo que interpreta de acuerdo a su particular herencia cultural
El docente en conclusión asume una postura en que tome en cuenta estos y los paradigmas necesarios para que el alumno logre aprendizajes efectivos, adoptar las metodologías necesarias para trabajar distintos contenidos de acuerdo a la materia o asignatura estudiada. Lograr una visión holística que permita aplicar la concepción de aprendizaje adecuada al momento en la clase.
Considero que cada ser humano posee diversas aristas de su personalidad, lo que supone cada concepción de aprendizaje, cada uno de nosotros somos a la vez tan simples y tan complejos como se desee percibir. De ahí lo complejo de la función educativa y la riqueza de nuestra labor en pro de la sociedad.
El docente de este siglo debe poseer un pensamiento complejo para pensar de manera asociativa, a la vez de adquirir una visión holística de la realidad, evitar parcializar o visualizar en una dirección o dimensión única.
Lo anterior nos obliga a ser consistentes en nuestra formación. Considerar a los alumnos y también a nosotros mismos en las dimensiones o aspectos cognitivos, afectivos y emocionales.
Pensar que el alumno no aprende porque no quiere es una respuesta fácil a un planteamiento difícil.
El principal reto de este siglo es lograr que los alumnos sean autónomos, evitar la dependencia cognitiva y afectiva que se ha apoderado de muchos de nosotros.
Las competencias son capacidades, aptitudes y conocimientos para algo, con una finalidad. No obstante se debe cuestionar ese “algo” para poder plantear una competencia a lograr por un alumno y por el grupo en consecuencia.
De las concepciones anteriores la conductista ya no cabe, pero tenemos a la mano las posturas de las otras seis que permiten en conjunto la posibilidad de ser capaces de crear, de renovar, de generar nuevas ideas y esto no termina…..
Con la perspectiva conductista el ser humano aprende de manera mecanizada, repetitiva y bajo un condicionamiento pasivo y obediente.
Con el procesamiento de la información, pensamos que el cerebro de los alumnos y en general los aprendices funcionamos como el CPU de una computadora, captamos la información que nos interesa, tenemos memoria a corto plazo y a largo plazo. ¿El cerebro será así de sencillo?
En el aprendizaje por descubrimiento , el alumno aprende porque está en contacto con el hecho o fenómeno del cual aprender. El alumno puede ampliar sus conocimientos, puede trasladar su aprendizaje a situaciones concretas, incluso abstractas
En el aprendizaje significativo, los aprendices tenemos un “yo” niño el cual siempre pregunta el porqué de las cosas, aprende lo que le atrae y puede elegir dedicarse a una actividad porque le gusta, ahora el trabajo es una actividad lúdica.
En la psicología cognitiva, al ser humano se le hace actuar como a un animalito de circo con el estímulo o recompensa, porque llevó una ejecución como es conveniente para su aprendizaje.
Dentro del constructivismo se toma en cuenta el entorno y se percibe que se puede aprender si existen las condiciones para ello, se requieren de herramientas de andamiaje y un proceso de acomodo desacomodo y nuevo reacomodo de las estructuras cognitivas, algo así como el conflicto es necesario en la mente para poder adquirir nuevas estructuras mentales
Con el social – constructivismo se aprende de los otros, con los otros y a pesar de los otros, se pretende que el alumno logre una maduración, una cierta integración en el grupo y que pueda acceder a nuevos paradigmas gracias a esta interacción social. Cada uno es responsable de lo que aprende, de lo que interpreta de acuerdo a su particular herencia cultural
El docente en conclusión asume una postura en que tome en cuenta estos y los paradigmas necesarios para que el alumno logre aprendizajes efectivos, adoptar las metodologías necesarias para trabajar distintos contenidos de acuerdo a la materia o asignatura estudiada. Lograr una visión holística que permita aplicar la concepción de aprendizaje adecuada al momento en la clase.
Considero que cada ser humano posee diversas aristas de su personalidad, lo que supone cada concepción de aprendizaje, cada uno de nosotros somos a la vez tan simples y tan complejos como se desee percibir. De ahí lo complejo de la función educativa y la riqueza de nuestra labor en pro de la sociedad.
El docente de este siglo debe poseer un pensamiento complejo para pensar de manera asociativa, a la vez de adquirir una visión holística de la realidad, evitar parcializar o visualizar en una dirección o dimensión única.
Lo anterior nos obliga a ser consistentes en nuestra formación. Considerar a los alumnos y también a nosotros mismos en las dimensiones o aspectos cognitivos, afectivos y emocionales.
Pensar que el alumno no aprende porque no quiere es una respuesta fácil a un planteamiento difícil.
El principal reto de este siglo es lograr que los alumnos sean autónomos, evitar la dependencia cognitiva y afectiva que se ha apoderado de muchos de nosotros.
Las competencias son capacidades, aptitudes y conocimientos para algo, con una finalidad. No obstante se debe cuestionar ese “algo” para poder plantear una competencia a lograr por un alumno y por el grupo en consecuencia.
De las concepciones anteriores la conductista ya no cabe, pero tenemos a la mano las posturas de las otras seis que permiten en conjunto la posibilidad de ser capaces de crear, de renovar, de generar nuevas ideas y esto no termina…..
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