Fortino Juárez Borja. Semana 3. Del 9 al 15 de Diciembre 2009
La aventura de ser docente, conclusiones de los comentarios a lectura.
El ensayo y el error en la docencia, a la vez que recordar a los maestros que fueron ejemplo de vocación para nosotros, aquellos que se interesaron al menos un poco de nuestras vivencias, significa la posibilidad de ir construyendo un paradigma de esta noble profesión, cuando yo establezco un diálogo con los alumnos entonces me construyo a través de sus visiones, en muchas ocasiones rectifico, porque pretendo aplicar esa navaja de doble filo que es la evaluación. Los jóvenes me han enseñado que aunque la tecnología cambia, siguen ellos viviendo con las mismas necesidades que nosotros sufrimos en esta edad de formación hacia un adulto equilibrado.
Considero que la vida diaria nos coloca frente a nuevas posibilidades y un nuevo comienzo, así es que cuando los alumnos nos identifican como alguien que siente y se interesa por ellos, por que cada día coloquen un nuevo tabique a su proyecto de vida, entonces nos llegan a comprender y nosotros a ellos, cuando se da esta posibilidad dialógica entonces se puede comenzar a proponer las competencias a conseguir.
A medida que pasaban los años me fui convirtiendo en un mediador sin saberlo, cuando en nuestro sistema educativo nos obligan a participar en cursos y talleres le puedo poner nombre a mi actuar dentro del aula, entonces sé y estoy más convencido de la necesidad de ir dominando ciertas habilidades que pueden consistir desde una mirada, desde dar tiempo a los alumnos, hasta una interactividad de ideas y contenidos acerca del ser y del hacer del hombre, la naturaleza y el CREADOR de todo lo que existe.
La frase”Era su vida pensar y sentir y hacer pensar y sentir”... de Miguel de Unamuno
me hizo adquirir una visión nueva acerca de la docencia, comprender que la vida diaria en el aula consiste en manejar adecuadamente la inteligencia emocional para aprender para toda la vida y no solo en ese instante, si el alumno deja de ser dependiente cognitiva y psicológicamente, entonces se abre todo un mundo de posibilidades, entonces se comienza realmente a sentir las vibraciones de la naturaleza y de cada uno de nosotros, entonces se aplica la mecánica cuántica a cada instante de nuestra vida, percibimos que todos estamos conectados a una fuente de sabiduría infinita.
Esta visión de ser maestro de la humanidad, también elimina un poco la miopía pedagógica o las limitaciones que la sociedad desea imponer a los docentes, ahora comienzo a darme cuenta que los padres de familia de mis alumnos son más jóvenes que yo, por ende también me convierto en una extensión en su diario vivir. No solo soy maestro del alumno que tengo frente a mí, soy responsable junto con él de la vida futura, colaboro para que su vida sea agradable y para que su realidad sea leída adecuadamente y la transforme para bien.
Es todo un milagro romper con los dogmas y paradigmas creados por otros, es volver a visualizar lo cotidiano con ojos de niños, cuando todos preguntábamos porqué sucedía uno u otro fenómeno, porqué los días no eran iguales, porqué éramos parte de ese escenario y no de otro. Deseábamos respuestas de un compañero, no de un autor de un libro, todos merecemos redescubrir cada día la naturaleza.
El ser docente consiste en estudiar y aprender, pero más que nada practicar lo que dice la teoría pedagógica, cada día comunicarse con los alumnos y conocerlos y hacerlos que se conozcan, pero sobre todo ayudarlos a ponerse metas y visiones posibles a lograr.
Una esencia de nuestro trabajo consiste en crear momentos de aprendizaje, olvidarse de actuar como policías, olvidar prejuicios y proponer a los alumnos competencias a lograr como mínimo y el máximo entendimiento como máximo.
Después de ciertos años, los docentes conocemos el lenguaje de los alumnos y nos damos cuenta que el mejor maestro de un alumno es otro alumno, por ende, uno de los momentos de aprendizaje en el aula es esta posibilidad de interactuar y compartir conocimientos entre compañeros, con la sigilosa guía del profesor, sin incidir demasiado, solamente dar un pequeño toque de orientación acerca de lo trabajado.
La meta de un conocimiento la imponen los dos actores principales de esta novela pedagógica, el alumno- alumno y el profesor-alumno.
La máxima de Sócrates: “Conócete a ti mismo” es la piedra angular del renacimiento del ave fénix en lo que se refiere a lograr una nueva percepción de lo que significa ser humano, de la responsabilidad y compromiso que se adquiere al ser concientes de una realidad, de no poder engañarnos de que la finalidad de cada persona es convertirse en un maestro de la humanidad, si cada uno de nosotros lo hacemos comprenderemos a los alumnos, a nuestra familia y haremos posible una sociedad en que se respete cada arista de la vida humana.
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martes, 4 de mayo de 2010
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Hola Fortino, ¡Qué coincidencias tiene la vida!
ResponderEliminarFíjate que en Michoacán, en un ranchito que no tenía ni butacas, ni nada de nada, sólo alumnos y éste que se iniciaba como "profe", recorrí los mismos pasos que mencionas, hasta dejar una escuela bien construida, luego de 11 años, cambié de comunidad; hice mi lic. normalista, Lic. en psicología, maestría en sociología de la educación y doctorado en educación. Me da gusto coincidir en algunas cuestiones.
Te felicito por tu blog y tus sentires expresados en él.
Saludos
Que tal compañero Fortino, primero felitarte por hacer el modelo por competencia y el constructivismo como tu estilo docente, porque escucho a varios compañeros que continuan su práctica docente tradicional. Que bueno que continuamos en la renovación constante a pesar de todas las carencias que tenemos en el SABES.
ResponderEliminarSaludos..
Lázaro